La depresión es una enfermedad seria, y bastante común. Suele hacer que las personas se sientan tristes o vacías durante largos periodos de tiempo. También puede afectar a los patrones de pensamiento y a la salud física. En algunos casos, la depresión puede llevar a las personas a considerar el suicidio.
¿Qué es la depresión?
La depresión es la causa más común de discapacidad en Estados Unidos. Uno de cada 10 adultos afirma haberla padecido. La mayoría de las personas sufren su primer episodio de depresión al final de la adolescencia o al principio de la veintena.
Los síntomas de la depresión pueden variar de una persona a otra. El sexo, la cultura o la edad de una persona pueden cambiar su forma de experimentar la depresión. Sin embargo, la mayoría de las formas de depresión incluyen estos síntomas comunes:
Es probable que una persona con depresión tenga problemas para afrontar las tensiones cotidianas. A veces, las actividades más sencillas -levantarse de la cama, bañarse y vestirse- pueden parecer imposibles. Estas luchas pueden hacer que las personas se sientan desamparadas o solas. Incluso cuando ocurre algo bueno, la depresión puede arrojar una nube de negatividad sobre la experiencia.
Las personas con depresión a menudo sienten ira, vergüenza e irritación. A veces estas emociones pueden manifestarse en el cuerpo en forma de dolores o náuseas. Estos sentimientos también pueden provocar llanto.
Otras veces, la depresión hace que las personas se sientan emocionalmente "insensibles". Es frecuente que las personas se sientan como si nunca tuvieran energía. En casos graves, a la persona puede no importarle si vive o muere.
Lo que no es la depresión
Existen muchos mitos en torno a la terapia. Aunque es importante saber qué es la depresión, puede ser igualmente importante saber qué no es la depresión.
Un anciano se sienta en su cama y mira fijamente al suelo. La depresión no es simple tristeza. La mayoría de la gente se enfada cuando la vida no le va como quiere. Pero alguien con depresión puede sentirse tan mal que le cueste realizar actividades cotidianas como comer o bañarse. Para que se considere depresión, la tristeza debe ser un sentimiento constante y duradero.
La depresión no es un signo de debilidad. Aunque la depresión puede minar la energía o la motivación, padecerla no significa ser perezoso. De hecho, muchas personas con depresión hacen el doble de esfuerzo para pasar el día.
La depresión no es para siempre. Las personas con depresión pueden sentirse desesperanzadas respecto a su recuperación, sobre todo si llevan mucho tiempo padeciéndola. Sin embargo, la mayoría de las formas de depresión son muy tratables. Existen muchas terapias para tratar los síntomas depresivos. Un profesional de la salud mental puede ayudarle a decidir qué tipo se adapta mejor a sus necesidades.
Causas de la depresión
La depresión puede estar causada por el propio cuerpo o por las circunstancias. A veces puede deberse a una mezcla de ambas.
La mayoría de los expertos en salud mental coinciden en que la química cerebral desempeña un papel importante en la depresión. El cerebro tiene unas sustancias químicas llamadas dopamina y serotonina. Estas sustancias afectan a nuestra capacidad de sentir placer y bienestar. Si el cerebro no produce suficiente cantidad de estas sustancias químicas, o si no las procesa correctamente, puede aparecer la depresión.
Pero ninguna persona es una isla. Al igual que la química cerebral puede afectar a la vida, la vida puede provocar cambios en el cerebro. Cualquier acontecimiento estresante o traumático puede contribuir a la depresión. Entre los desencadenantes más comunes están el divorcio, la inestabilidad financiera, las enfermedades crónicas, el aislamiento social, el acoso escolar y la violencia doméstica.
La depresión no debe confundirse con el típico proceso de duelo. El dolor tras una pérdida es normal y suele desaparecer con el tiempo. La tristeza o la culpa suelen limitarse a pensamientos sobre el fallecido. Pero los síntomas de la depresión tienden a ser persistentes y a estar menos ligados a un pensamiento concreto.
Subtipos de depresión
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) enumera ocho tipos principales de depresión. Cada subtipo tiene sus propios criterios de gravedad, duración, cambios de humor y comportamiento. Los subtipos incluyen:
Los subtipos de depresión pueden describirse con más detalle añadiendo especificadores. Un subtipo depresivo podría caracterizarse por:
Depresión en hombres y mujeres
La depresión se diagnostica con más frecuencia en mujeres que en hombres. Algunos investigadores creen que esto se debe a que es menos probable que los hombres busquen tratamiento. Algunos hombres creen que hablar de sus sentimientos les haría parecer "débiles" o "poco masculinos", por lo que evitan la terapia. Los investigadores también creen que se diagnostica menos a los hombres porque sus síntomas parecen diferentes.
Los hombres con depresión muestran más ira que tristeza. Suelen tener más dificultades para dormir y síntomas de fatiga que las mujeres. Los hombres suelen hacer frente a la depresión mediante conductas escapistas como el consumo excesivo de alcohol o las relaciones sexuales.
Las mujeres con depresión tienen más probabilidades de intentar suicidarse. También son más propensas a sufrir ciertas formas de depresión, como la disforia premenstrual (TDPM). El TDPM se produce cuando una persona experimenta síntomas graves de depresión antes de la menstruación. Los síntomas mejoran cuando empieza el periodo. Incluso pueden desaparecer durante el resto del ciclo menstrual.
Depresión en niños
Alrededor del 2% de los niños de 6 a 12 años padecen depresión. Ese porcentaje se eleva al 7% en el caso de los adolescentes. Se calcula que hasta el 60% de los jóvenes con depresión no reciben tratamiento.
Algunos niños pueden heredar de sus padres anomalías en la química cerebral. Estas anomalías pueden hacer que los niños sean más propensos a compartir la depresión de sus padres. Si la depresión de un adulto afecta a su crianza, el niño puede aprender ciertos comportamientos y actitudes. Pueden desarrollar depresión como respuesta al estrés.
La depresión desde fuera
La depresión no sólo afecta al individuo, sino también a sus seres queridos. Apoyar a una persona con depresión puede ser difícil. La persona puede no aceptar consuelo, alegando que no merece amor. Los síntomas de letargo o irritabilidad pueden tensar aún más la relación. Los seres queridos pueden sentirse frustrados o confusos cuando su apoyo no "cura" la depresión.
Un terapeuta puede ayudar a los seres queridos a aprender cómo apoyar mejor a la persona con depresión. La terapia individual puede ser un espacio seguro para que los seres queridos analicen en privado sus propios sentimientos. Los compañeros sentimentales pueden considerar la terapia de pareja. Los padres y los hijos pueden probar la terapia familiar.
Obtener ayuda
La depresión es una enfermedad muy tratable. Si desea iniciar la terapia de inmediato, puede encontrar un terapeuta cerca de usted que se especialice en depresión. Recuerde que no necesita estar en crisis para buscar ayuda.
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